A través de un comunicado firmado por Antony J. Blinken, secretario de Estado de EE. UU., con fecha del jueves 4 de enero, el gobierno de Joe Biden resaltó que la designación se da por “por haber cometido o tolerado violaciones particularmente graves de la libertad religiosa”.
La medida se da tan solo dos días después de que el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, pidiera que se “libere inmediatamente y sin condiciones al obispo Rolando Álvarez”, preso por la dictadura de Ortega desde agosto de 2022.
Además, Estados Unidos mantuvo las designaciones a Birmania, la República Popular China, la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Eritrea, Irán, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Tayikistán, Turkmenistán y Cuba, siendo este último junto a Nicaragua, los únicos países latinoamericanos incluidos en esta lista.
El gobierno estadounidense también tiene otra lista de “vigilancia especial por participar o tolerar graves violaciones de la libertad religiosa”, en esta figuran Argelia, Azerbaiyán, la República Centroafricana, Comoras y Vietnam.
La listas no solo incluye a países, también hay entidades como “al-Shabab, Boko Haram, Hayat Tahrir al-Sham, los hutíes, el ISIS-Sahel, el ISIS-África Occidental, el afiliado de Al Qaeda Jamaat Nasr al-Islam wal-Muslimin y los talibanes”, todas estas “de especial preocupación”.
“Los gobiernos deben poner fin a abusos como los ataques contra miembros de comunidades religiosas minoritarias y sus lugares de culto, la violencia comunitaria y los prolongados encarcelamientos por expresión pacífica, la represión transnacional y los llamados a la violencia contra las comunidades religiosas, entre otras violaciones que ocurren en demasiados lugares del mundo”, destaca el comunicado.