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25N: ¿conoces la historia de las hermanas Mirabal?

El 25 de noviembre fue propuesto en 1981 en homenaje a las hermanas Mirabal, tres mujeres dominicanas que lucharon y se organizaron contra la dictadura de Rafael Trujillo, que se mantuvo en el poder de República Dominicana durante 31 años, entre 1930 y 1961, cuando fue asesinado.

En los 60, cayeron las dictaduras de Colombia y Venezuela, y en el 59 la Revolución Cubana terminó con la dictadura de Batista. En República Dominicana existía una agrupación clandestina llamada “movimiento 14 de junio” que se organizaba contra Trujillo, donde participaron y tuvieron un papel clave las hermanas Mirabal. Patria, Minerva y María Teresa, junto a sus compañeros y muchas personas más. Ellas eran conocidas como las mariposas.

Trujillo apresó a todos los que pertenecían al movimiento, torturando y asesinando a muchos de ellos y ellas. Las hermanas Mirabal fueron encarceladas y luego, también sus maridos.

Trujillo las liberó, pero era solo una trampa. Mientras iban a visitar a sus compañeros a la cárcel, sufrieron un atentado que simuló ser un accidente automovilístico, pero fueron golpeadas y torturadas, y sus cuerpos y el del conductor fueron dejados sin vida en el auto que las transportaba, y arrojados a un barranco. Este encubrimiento no engañó a nadie, y la bronca contra el régimen creció aún más. Solo pocos meses después Trujillo fue asesinado y cayó la dictadura.

En 1981, en el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe se estableció el 25 de noviembre como Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, ratificado por la ONU en 1999. Como dijo Minerva al conocer las amenazas del dictador contra su vida “Si me matan sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”.

En 2021, la violencia machista se cobro la vida de una mujer cada 30 horas en Argentina. En Brasil, esta cifra asciendio a un femicidio cada 9 horas y en México, cada 2 horas y media, y de la misma forma la violencia de género se siente fuertemente en cada país de latinoamerica, y del mundo. Ante cada femicidio, sale a la luz la participación o complicidad de las fuerzas represivas del Estado, la legitimación patriarcal de la justicia y la falta de medidas concretas de prevención por parte de los gobiernos.

Las mujeres somos la mayoría del conjunto de trabajadores precarizados y desocupados, la mayoría de quienes se pusieron en la primera fila durante los peores momentos de la pandemia. Somos sobre quienes recaen con más dureza los ajustes contra el pueblo trabajador, que se hacen para pagar la deuda, bajo los órdenes del FMI. Por eso, contra todas las formas de violencia, las mujeres somos aquellas mariposas que siguen en pie de lucha.

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