A un año de la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA), las universidades asociadas a la Compañía de Jesús en América Latina, exigen a la dictadura de Daniel Ortega la devolución de los bienes robados a la casa de estudios que por más de 60 años formó a distintos profesionales en el país.
El 16 de agosto del año 2023, la dictadura sandinista acusó a la Universidad Centroamericana de ser un «centro de terrorismo» y orientó a la sancionada jueza Gloria Saavedra, congelar las cuentas y confiscar a favor del Estado de Nicaragua los bienes de la casa de estudios.
En el año 2018, la Universidad Centroamericana abrió sus puertas para que los universitarios se refugiaran de la brutal represión desatada por la Policía y paramilitares en contra de los estudiantes que en ese año se manifestaron por las abusivas reformas al Seguro Social ordenadas por el régimen.
Los Jesuitas exigen a la dictadura «que se rehabilite la personería de la Compañía de Jesús en Nicaragua». Tras la confiscación de la UCA, el régimen canceló la personería jurídica de la Compañía de Jesús y ordenó la expulsión de los sacerdotes pertenecientes a la congregación.
«Renovamos el compromiso de la Compañía de Jesús con el pueblo nicaragüense en favor de una educación de calidad para todas las personas, inspirada en el Evangelio de Jesucristo. Él y su resurrección sostienen nuestra esperanza en que la solidaridad nacional e internacional engendrará una Nicaragua y una UCA renovada», finaliza el documento que contiene la firma de los rectores de todas las universidades asociadas a la Compañía de Jesús en América Latina.