De forma unánime los diputados de la oficialista Asamblea Nacional aprobaron este jueves la Iniciativa de Decreto Legislativo de Aprobación del Acuerdo entre el Nicaragua y Rusia sobre la supuesta cooperación “en el ámbito de recapacitación y superación profesional” de la Policía sandinista.
La enmienda aprobada este 21 de marzo fue emitida por el dictador Daniel Ortega al Parlamento Nacional, a pocos días de cumplirse un mes de la visita a Nicaragua del secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, quien anunció la firma de nuevos acuerdos con la dictadura sandinista.
Según los diputados sandinistas, esta iniciativa aprobada “tiene como objetivo la educación del personal policial nicaragüense, la organización y realización de seminarios y entrenamiento, para la lucha contra el delito y el mantenimiento del orden y seguridad pública”, que no es otra cosa más que reforzar el plan de represión en Nicaragua.
La dictadura de Nicaragua reconoce que la aplicación de este acuerdo pone en marcha el plan de Ortega de “fortalecer la formación académica y profesional de la institución policial nicaragüense”, misma institución que está sancionada por su papel represivo e inconstitucional en contra del mismo pueblo nicaragüense.
Por ello, la Asamblea Nacional indicó mediante una nota de prensa que esta iniciativa aprobada busca que la Policía sandinista reciba los suficientes “conocimientos y habilidades que el Centro de Instrucción de la parte rusa pueda brindar mediante habilidades, técnicas, experiencias y buenas prácticas”.
Para el régimen sandinista, este acuerdo firmado entre Nicaragua y Rusia es una “colaboración estrecha para afrontar las amenazas al orden y la seguridad pública del país” centroamericano.
Se conoce que el adiestramiento militar lo dirigirá el Ministerio del Interior de Rusia desde un Centro de Instrucción que se ubicará en Managua y el cual gozará de personalidad jurídica en Nicaragua.
El liderazgo de este Centro estará a cargo del jefe de la diplomacia rusa, el embajador Alexander Khokhólikov.
Aún se desconoce si este centro será construido con el dinero de las arcas del pueblo nicaragüense o con financiamiento de Rusia, pero si está claro que será propiedad de Vladímir Putin.
Asimismo, se estableció que en caso de terminar este acuerdo, “los bienes del centro de instrucción quedarán bajo propiedad de la Federación de Rusia y se conservarán por completo los derechos de la Federación de Rusia a los objetos inmobiliarios”.