El sacerdote nicaragüense Floriano Ceferino Vargas, de la diócesis de Bluefields en el Caribe Sur de Nicaragua, fue expulsado del país tras ser detenido por la Policía Nacional en medio de tensiones entre el Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica, confirmó la organización Monitoreo Azul y Blanco.
El sacerdote Floriano Ceferino Vargas fue desterrado y enviado a Panamá, aseguró el organismo, que registra y consolida denuncias de violaciones a derechos humanos vinculados al contexto político que vive Nicaragua desde abril de 2018.
El sacerdote Floriano Vargas, nació en abril de 1968 y fue ordenado sacerdote en diciembre de 1995. Ha sido párroco de la iglesia San Pedro Apóstol, de la ciudad de Bilwi, y de Waspam, en el Caribe Norte, y de las iglesias católicas de los municipios de Bluefields y El Ayote.
El religioso es reconocido como uno de los primeros sacerdotes católicos de la etnia miskita, en Nicaragua.
De momento, ni el Gobierno de Nicaragua ni la Policía Nacional han ofrecido sus versiones sobre la denuncia de esa detención y deportación, y generalmente no suelen pronunciarse.