La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirma en su informe anual 2023 que en Nicaragua persiste la concentración del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo basada «en la instauración de un estado policial y la suspensión efectiva de los derechos y libertades fundamentales» lo que evidencia que el espacio cívico y democrático «se encuentra cerrado».
«En Nicaragua no existen condiciones propicias para que la sociedad civil pueda participar de manera libre y segura en la vida social, política y religiosa», concluye el capítulo dedicado a Nicaragua.
La CIDH dedicó capítulos especiales a los Estados de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Guatemala, debido a que en dichos países se registran graves crisis de derechos humanos.
Durante 2023, el organismo «observó la persistencia de violaciones graves y sistemáticas a los derechos humanos en Nicaragua, incluso bajo nuevos patrones de represión como la expulsión del país y la privación arbitraria de la nacionalidad».
Estas violaciones ocurren, según la CIDH, por «el quebrantamiento del principio de separación de poderes y la instrumentalización del aparato estatal para la represión y persecución política, religiosa y de cualquier persona considerada opositora».