El Gobierno de Portugal se ha visto obligado a prolongar la alerta por incendios hasta el final del jueves
Los incendios forestales en el norte de Portugal han alcanzado proporciones alarmantes, arrasando más de 10,000 hectáreas y cobrando la vida de siete personas, incluida una mujer de 83 años que falleció debido a una parada cardiorrespiratoria.
Las autoridades informan que más de 5,000 efectivos, entre bomberos y equipos de emergencia, trabajan incansablemente en las labores de extinción. Actualmente, hay una veintena de focos activos, siendo el más preocupante el que se encuentra entre las ciudades de Aveiro y Porto.
Desde el espacio, se puede apreciar una extensa columna de humo que se desplaza hacia el Atlántico, mientras las llamas continúan devorando todo a su paso en más de 100 localidades. En la zona afectada, ya se registran más de 50 heridos, en su mayoría bomberos que combaten sin descanso el avance del fuego.
Medios locales en Portugal, informan que el panorama es desolador, con comunidades enteras afectadas. Vecinos han mostrado cómo las llamas han reducido sus hogares a cenizas, y los equipos de rescate siguen trabajando en condiciones extremas. La Unión Europea ha enviado aviones anfibios para colaborar, dos de ellos provenientes de España, en un esfuerzo por controlar la situación.