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Iglesia Morava enfrenta desafío de mantener el apoyo de sus fieles

La Iglesia Morava de Nicaragua atraviesa una crisis grave tras la reciente cancelación de su personería jurídica, en un contexto de creciente represión religiosa bajo la dictadura de Daniel Ortega. El 29 de agosto, la Gaceta del Diario Oficial publicó el anuncio oficial sobre la pérdida del estatus legal de la iglesia, lo que ha generado una ola de preocupación y especulación entre sus fieles y en la comunidad en general.

El comunicado oficial emitido por el presidente de la junta provincial de la Iglesia Morava de Nicaragua el 31 de agosto explica que la cancelación se debió a una reforma estatutaria publicada en 2019 que no fue comunicada adecuadamente a todas las congregaciones. Esta falta de comunicación impidió que la Iglesia rindiera cuentas ante el Ministerio del Interior, lo que llevó a la pérdida de su personería jurídica.

El comunicado destaca que, “a pesar de la pérdida del estatus legal, las autoridades regionales han prometido no suspender las actividades de las congregaciones ni intervenir en los bienes de la Iglesia. Las actividades religiosas pueden continuar mientras se esperan nuevas normativas que definan el futuro de la institución”. Sin embargo, la incertidumbre persiste en un ambiente de creciente represión.

Comunicado del ejecutivo de la Iglesia Morava de Nicaragua

La cancelación de la personería jurídica ocurre en un contexto de represión sistemática por parte del régimen de Ortega, que ha intensificado su persecución contra organizaciones religiosas y civiles que se oponen a su gobierno. Esta medida contra la Iglesia Morava se enmarca dentro de una serie de acciones que han llevado a diversas organizaciones a enfrentar severas restricciones y amenazas, reflejando un patrón de agresión hacia la libertad religiosa y la autonomía de las organizaciones no gubernamentales en Nicaragua.

El comunicado de la Iglesia Morava hace un llamado a la calma y a la unidad entre sus miembros, instando a mantener la fe y la esperanza en medio de la adversidad. “Queridos hermanos y hermanas, que nada nos separe del amor y la presencia de Dios,” dice el mensaje, reflejando la determinación de la comunidad religiosa de continuar con su misión a pesar de las dificultades.

Iglesia Morava en su interior

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