La vicepresidenta del Gobierno, Rosario Murillo, anunció el miércoles la liberación de 1.500 presos, sin incluir entre ellos a los 128 opositores que, según la CIDH, están encarcelados «arbitrariamente» en el país.
Murillo, quien es esposa del presidente Daniel Ortega, informó en su comunicación diaria con los medios oficialistas nicaragüenses que estos reclusos gozarán de «beneficios legales de convivencia familiar», por lo que podrán «retornar a sus hogares» tras haber cometido «errores en la vida».
Sin embargo, indicó que son personas «humildes» y no los «forajidos», en relación a los opositores presos.
Murillo no mencionó la solicitud hecha el martes por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que pidió a Nicaragua en una resolución la «liberación inmediata» de 25 opositores encarcelados por el gobierno de Ortega.
La Corte, con sede en San José, señaló en su escrito que los opositores mencionados «se encuentran privados de la libertad en un contexto de criminalización de personas con posturas críticas o de oposición al actual gobierno de Nicaragua» y cuyos procesos judiciales «habrían sido llevados a cabo sin las garantías del debido proceso».
Murillo dijo que los 1.500 presos serán excarcelados «en saludo» al 45º aniversario del triunfo de la revolución sandinista, que se cumple el 19 de julio.