Texto y fotos por Joel Pérez| Prensa Comunitaria
Con el lema “Tú y yo somos agua, salvemos el planeta”, estudiantes y docentes del instituto básico de la comunidad de Copal AA la Esperanza, ubicada en Cobán, Alta Verapaz, celebraron el décimo festival a la Madre Tierra, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, actividad que fue respaldada por las autoridades de la localidad y la comunidad en general.
La idea del festival nació en 2014 como un tributo a la lucha constante de los pobladores, las cuales adquirieron desde la fundación de la comunidad en 1996.
Desde su inicio ha sido organizado por el personal docente y estudiantes del instituto básico Nuevo Amanecer.
“Esta actividad tiene como objetivo reivindicar la lucha por la protección y conservación de la madre tierra de los pobladores y como parte del seguimiento a los primeros pasos trazados por los fundadores de Copal AA la Esperanza”, detalla Rafael Coy, director del establecimiento.
La organización de la actividad que se llevó a cabo este viernes 7 de junio está a cargo de los estudiantes que realizan foros, comparsas, conversatorios, análisis de la realidad, siembra de árboles y jornadas de deschatarrización, entre otros temas.
También la implementación de mercados campesinos en la comunidad, según Estela Alcón, docente del establecimiento educativo.
Comunidad agroecológica fundada en 1996
La comunidad fue fundada en 1996 y desde entonces los pobladores, según Diego Ordóñez, uno de los fundadores, se establecieron algunas reglas amigables con el medioambiente.
Por ejemplo, no quemar roza, no aplicar agroquímicos en los cultivos, no vender golosinas y no cazar animales salvajes.
Actualmente, la comunidad de Copal AA la Esperanza está conformada por 150 familias, las cuales representan más de 700 habitantes, la mayoría de ellos de los pueblos Mam, Q’anjob’al y Q’eqchi’.
La comunidad está asentada a unos 95 kilómetros de la cabecera municipal de Cobán.
Se caracteriza por ser la única localidad de su región que cuenta con calles y avenidas debidamente trazadas, rodeadas de mucha vegetación.
En las orillas de la localidad también pasa uno de los ríos más grandes del país, el Chixoy.
La comunidad la rodea, además, el río Copalá y el arroyo Pacaya, que, lamentablemente ha sufrido sequía total este año.
Desde su fundación, Copal AA la Esperanza ha desarrollado gran parte de su infraestructura con recursos propios, debido a que desde hace más de dos décadas las autoridades municipales no han invertido en algún proyecto de obra gris, según los comunitarios.
Con esfuerzos propios han logrado construir las instalaciones del instituto básico, el salón comunitario, puentes en el interior de la comunidad, así como otras obras.
Debido a que es una localidad frecuentemente visitada por pobladores de otros lugares, los vecinos se ven en la obligación de promover constantemente jornadas de recolección de desechos en las calles y avenidas.
También se pueden apreciar en lugares estratégicos murales artísticos y vallas con mensajes relacionados con el cuidado y conservación de la Madre Tierra.
Ordóñez cuenta que el café y el cardamomo son los principales productos que la gente cultiva para generar ingresos económicos.
El rambután y la pimienta gorda también son producidos en minoría, sin embargo, en la comunidad se puede encontrar una variedad de productos agroecológicos como milpa, yuca, malanga, cacao, bananos, piña, mango, cocos, naranjas, limones, pacayas y una variedad de productos de hortaliza.
Falta de lluvia afecta cultivos
Juana García, una de las fundadoras de la comunidad, refiere que la ausencia de lluvia este año les ha afectado fuertemente, debido a que sus cultivos se han secado.
El cardamomo, la milpa, el rambután y otros productos se han secado con el verano prolongado que los ha afectado, según confirma Ordóñez.
Una de las satisfacciones, a decir de los pobladores de la localidad, es que, durante este verano prolongado, ni un espacio del terreno de la comunidad ha sido afectado por algún incendio.
Para Fabiana Jiménez el trabajo amigable con la tierra que realizan los pobladores es de suma importancia, sin embargo, enfatizó que “el problema no es solo de Copal AA la Esperanza, por lo que la solución debe ser planteada y accionada con el esfuerzo de todos y todas”.
“El festival del medio ambiente ha sido utilizado como una herramienta para hacer conciencia a los estudiantes, principalmente de las comunidades circunvecinas, considerando que en la región de Copal AA la Esperanza, es la única comunidad que realiza estas prácticas amigables con la tierra”, aseguró Rafael Coy.
La sequía ha provocado escases de agua en el hogar, un fenómeno que este año se ha agudizado, afirmó Juana García. Añadió que han recurrido a pequeños nacimientos y lugares húmedos que aún conservan agua.
“El agua para uso diario lo hemos empezado a traer del río grande (Chixoy)”, señaló García.
Según los pobladores, en otros años el agua no ha escaseado totalmente y ya que aun llega un poco del proyecto que tienen.
“Amor y cariño a la madre tierra”, es el nombre que le ha adoptado el personal docente del instituto básico al intercambio de regalos orgánicos que los estudiantes y docentes realizan cada 14 de febrero, desde hace más de ocho años, según indica, Coy, director del establecimiento.
“Con esa actividad estamos enviando un mensaje que debemos de ir evitando el consumismo y la importancia de demostrarle cariño a la Madre Tierra, pero lo más importante es hacerlo en una fecha donde todo mundo se dedica a intercambiar regalos industrializados”, concluye el director.
Durante las actividades del festival, este año, los estudiantes realizaron una caminata alegórica en las principales calles de la comunidad, también presentaron diversas obras de teatros con temáticas relacionadas al cuidado y conservación del medioambiente.