Irán exhortó el domingo a Israel a que no reaccione militarmente a su ataque sin precedentes lanzado durante la noche, que presentó como una respuesta justificada al bombardeo que destruyó su consulado en Damasco.
«El caso puede considerarse cerrado», anunció la misión iraní ante la ONU en un mensaje publicado tres horas después del inicio del primer ataque directo contra Israel que Irán realizó desde su territorio.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, advirtió que cualquier acción «imprudente» de Israel y sus aliados conducirá a una «repuesta más fuerte» de la República Islámica.
Los Guardianes de la Revolución dispararon más de 200 drones y misiles contra objetivos militares en territorio israelí.
El jefe de las fuerzas armadas iraníes, el general Mohammad Bagheri, celebró que el ataque había alcanzado «todos sus objetivos» y dejó «fuera de servicio» un «centro de inteligencia y una base aérea». Los drones iraníes no apuntaron contra ningún centro urbano o económico, precisó.
El portavoz del ejército israelí indicó que misiles balísticos iraníes alcanzaron la base aérea de Nevatim.
La misión iraní ante la ONU explicó que la «acción militar de Irán es una respuesta a la agresión del régimen sionista contra nuestra sede diplomática en Damasco» y fue llevado a cabo en base «al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas relativo a la legítima defensa».
Durante las dos últimas semanas, las autoridades iraníes afirmaron su voluntad de «castigar» a Israel tras la muerte de siete Guardianes de la Revolución, entre ellos dos generales de la Fuerza Quds, su brazo de operaciones exteriores, en la destrucción del consulado iraní en Siria por un ataque atribuido a Israel el 1 de abril.