Se trata de una solicitud limitada en su alcance temporal, pero también de la primera de este tipo que sale adelante en el Consejo de Seguridad de la ONU, el core de las Naciones Unidas, dominada por el poder de veto de las potencias mundiales. Estados Unidos se ha abstenido por primera vez en una resolución para pedir el alto el fuego en Gaza, que ha sido aprobada con 14 votos a favor en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Las resoluciones del Consejo de Seguridad son consideradas automáticamente derecho internacional y se consideran vinculantes para todos los Estados miembros de las Naciones Unidas, por lo que Israel entrará en desacato si desobedece la orden expresada hoy.
La resolución se limita a pedir el alto el fuego durante el mes de Ramadán, que comenzó el 11 de marzo: exige la devolución de 130 rehenes secuestrados en Israel y retenidos en Gaza, y hace hincapié en la urgente necesidad de permitir que la ayuda humanitaria llegue a la población hambrienta del enclave asediado de Gaza. La resolución incluye asimismo una exigencia de que las partes cumplan con sus obligaciones conforme al derecho internacional en relación con todas las personas detenidas. El texto ha sido impulsado gracia a la delegación en Nueva York de Mozambique y está elaborado por los diez países invitados no permanentes en el Consejo de Seguridad.
Transcurridos casi seis meses desde los ataques de Hamás del 7 de octubre y la brutal reacción de Israel, Naciones Unidas aprueba por primera vez un texto que pide el alto el fuego y hace hincapié en la urgente necesidad de permitir que una amplia ayuda vital palíe la hambruna que ha comenzado a extenderse por todo el territorio gazatí.
En tres ocasiones previas, el veto vino de la delegación de EE UU, aunque la semana pasada fueron China y Rusia los que se habían negado a aprobar la resolución dictada desde Washington DC. La delegación estadounidense ha tratado de incluir una condena a Hamás en la resolución aprobada, pero aunque esta no ha entrado en la redacción final, no ha aplicado el veto.
El hecho de que Estados Unidos no haya ejercido, como en los intentos anteriores, su poder de veto, supone el primer ejercicio serio de contradicción con el régimen de Benjamin Netanyahu. El primer ministro israelí había amenazado con cancelar un viaje a Washington si la Administración Biden no vetaba este texto en la ONU, y poco después del anuncio ha anunciado la cancelación del viaje. Desde Tel Aviv se ha interpretado la luz verde a la resolución «un claro retroceso de la posición consistente de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad desde el comienzo de la guerra”
No obstante, y pese a abstenerse, EE UU ha impulsado un pequeño cambio en la redacción de la resolución, que insta a que el alto el fuego de un mes durante el Ramadán sea “respetado por todas las partes, que conduzca a un alto el fuego sostenible duradero”. Inicialmente, el texto hablaba de un alto el fuego sostenible “permanente” en lugar de “duradero”, pero una enmienda de EE UU ha cambiado una palabra por otra.
António Guterres, secretario general de Naciones Unidos ha celebrado la resolución e instado a que se implemente de forma inmediata: “El Consejo de Seguridad acaba de aprobar una resolución largamente esperada sobre Gaza, exigiendo un alto el fuego inmediato y la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Esta resolución debe implementarse. El fracaso sería imperdonable”.