Las elecciones que se celebraron este domingo en las regiones autónomas de Nicaragua, sin la participación del principal partido indígena, ilegalizado por las autoridades, son el «golpe final» a la democracia por parte del régimen de Daniel Ortega, que busca imponer un control totalitario en el país, afirmó el observatorio ciudadano Urnas Abiertas.
«Estas elecciones regionales se convierten en el golpe final del régimen autoritario en Nicaragua», dijo a la directora del observatorio ciudadano Urnas Abiertas, Olga Valle.
Valle indicó que después de la celebración de las elecciones «ilegítimas» de 2021 y 2022, generales y municipales, respectivamente, el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha organizado estos comicios regionales para cooptar los dos consejos regionales de la Costa Caribe.
En estos comicios se elegirán 45 miembros de Consejos Regionales en el norte y otros 45 en el sur de esa región caribeña de Nicaragua, que es la más pobre y menos poblada del país, sin la participación del partido indígena Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka (Yatama, que significa ‘hijos de la madre tierra’ en lengua miskita), ilegalizado en octubre pasado.
«Con esto, además de imponer el control totalitario sobre todo el territorio nacional, también se está asegurando de lograr el control absoluto de los recursos naturales en estos territorios para explotarlos sin ningún contrapeso y continuar enriqueciéndose con la explotación minera y todos los negocios neoextractivos legales e ilegales que operan desde allí», advirtió la directora de Urnas Abiertas.