El presidente de Paraguay, Santiago Peña, abogó este lunes por «el retorno de la democracia» en Nicaragua durante la inauguración del segmento de alto nivel del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Peña también hizo un llamado para que en Venezuela se realicen «elecciones justas y transparentes».
«Nos encontramos en tiempos complejos y difíciles, el mundo enfrenta desafíos globales extraordinarios que requieren de un multilateralismo eficaz como herramienta esencial de resolución de conflictos», aseguró Peña.
Desde el 2018 el régimen Ortega-Murillo cerró en Nicaragua todos los espacios democráticos, ilegalizó a partidos políticos que lo adversaban, apresó a sus líderes, impulsó una campaña de persecución contra los opositores y vulneró los derechos humanos de los nicaragüenses.
También, avaló la impunidad de más 355 asesinatos ejecutados por paramilitares y la Policía Orteguista entre abril-agosto del 2018, secuestró a periodistas y a jerarcas de la iglesia católica, desterró y desnacionalizó a 222 presos políticos. A otros 94 nicaragüenses los desnacionalizó y confiscó sus bienes.
Expulsó al menos a un centenar de religiosos, desterró a 31 sacerdotes incluyendo a los monseñores Rolando Álvarez e Isidoro Mora, cerró y confiscó los bienes de organismos de la sociedad civil y de la iglesia católica, confiscó universidades y centros de estudios superiores, entre otros atropellos.