Menú Cerrar

Fallas en red de agua potable de Chinandega revela ineficiencia de ENACAL

La falta de acceso al agua potable en las zonas rurales de Chinandega, Nicaragua, es un problema que afecta a muchas comunidades. Esta situación puede deberse a una variedad de factores, incluyendo la falta de infraestructura adecuada para proporcionar agua potable, la escasez de recursos hídricos, la contaminación del agua y la falta de inversión en el desarrollo rural.

En septiembre del 2018, la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) inauguró la instalación de 80 kilómetros de nuevas tuberías en la ciudad de Chinandega, un proyecto valorado en 21.2 millones de córdobas para mejorarla distribución y abastecimiento del servicio de agua potable, pero sigue fallando.

Los chinandeganos denuncian constantemente las fugas de agua y los constantes cortes del servicio en diferentes sectores.

Recientemente, los ciudadanos reportaron una fuga en las comunidades orientales de Chinandega, que causó la carretera de dos carriles que la dictadura orteguista inauguró con bombos y platillos.

La propaganda oficial se hizo con fondos de la municipalidad chinandegana, con el fin de posicionar el mensaje de Rosario Murillo y su política de comunicación implantada en todo el país. Pero pese a la propaganda y los proyectos millonarios que a diario promociona Murillo el problema en la red de agua potable de Chinandega no se detiene y esta misma situación viven otras comunidades del país.

En Nicaragua, especialmente en áreas rurales, el acceso al agua potable puede ser limitado debido a la falta de sistemas de suministro de agua adecuados. Muchas comunidades dependen de fuentes de agua superficiales, como ríos y arroyos, que pueden no estar tratadas y ser potencialmente contaminadas con bacterias, químicos u otros contaminantes.

“La red de tuberías se fractura constantemente, ya se contabilizan al menos unas 121 fugas en las calles y esquinas de la ciudad, con un desperdicio del recurso”, indicó una fuente de Enacal.

Para la ciudadanía, el millonario proyecto no tuvo resultados positivos y mientras tanto la población llama para que la empresa distribuidora repare las fugas que son frecuentes.

“Se hace eterna de hasta 6 y 8 meses para que las reparen», expresó un ciudadano.

«Para abordar este problema, se requiere una acción coordinada a nivel local, nacional e internacional. Esto puede incluir la construcción de infraestructura para proporcionar acceso al agua potable, la implementación de programas de tratamiento de agua, la educación sobre higiene y saneamiento, y el apoyo a iniciativas comunitarias para gestionar de manera sostenible los recursos hídricos locales» algo que han ido desmontando en todo el departamento expresó un exalcalde del municipio de Villanueva quien accedió a hablar con Radio Veritas bajo condición de anonimato.

Mientras en el casco urbano de la ciudad de Chinandega el agua para consumo corre por las calles como pequeños ríos, en algunas comunidades rurales la falta de agua potable afecta directamente a la población.

En la comunidad Villa Santa Catalina, pobladores recorren más de tres kilómetros para abastecerse de agua potable.

La problemática se agudiza en verano, debido a la falta de una bomba para el pozo comunitario.

En la Villa 15 de Julio, con más de 16 mil habitantes, el agua obtienen de pozos es salubre, producto de la cercanía con la cordillera volcánica Los Maribios, por lo que según José Antonio Ferrufino, habitante de la comunidad, la utilizan para lavar los trastos y en otros quehaceres. La que consumen es la que les abastece Enacal.

Pese a que algunas cuencas o afluentes se recuperan durante el invierno, la señal más clara para preocuparse por el agua, son la desaparición de ríos como El Cosmapa y el Río Posoltega, Las Tunas en Chinandega y el Río Acome, con la cantidad de basura y aguas pútridas que recibe.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *