Monseñor Rolando Álvarez e Isidoro Mora han vuelto a vestir los hábitos. La noticia del destierro de los obispos circuló como pólvora en las primeras horas de este 14 de enero y junto a ellos 16 sacerdotes y 3 seminaristas.
Tras filtraciones extraoficiales, la dictadura de Nicaragua divulgó un breve comunicado en el que confirmó lo que ya la prensa local reportaba: el pastor que purgó más de 500 días de presidio político y otros 18 religiosos fueron expulsados de Nicaragua y acogidos por el Vaticano. Según la dictadura un acuerdo alcanzado mediante el diálogo con la Santa Sede.
El llamado a negociar la resolución de la situación de los clérigos encarcelados la hizo el propio Francisco. El 1 de enero, el pontífice expresó su preocupación por la intensificación de la persecución que a la Iglesia de Nicaragua a finales de diciembre que dejó 18 religiosos en condición de desaparición forzada, pues, aunque la autoridad había ejecutado la detención nunca informó los cargos ni el lugar donde se encontraban.
El segundo llamado al diálogo del papa Francisco fue el 8 de enero y aunque la dictadura no respondió públicamente, ahora se ha conocido el resultado.
Con los dos obispos y 13 sacerdotes de hoy, suman 35 los curas excarcelados y enviados fuera de Nicaragua en el último año, sin incluir los seminaristas ni los que han abandonado el país por razones de seguridad.
La Iglesia católica afronta una escalada represiva marcada por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
Bianca Jagger, directora de la Fundación de Derechos Humanos que lleva su nombre, criticó que el régimen Ortega-Murillo trata de hacer aparentar el secuestro y el destierro como el resultado de una negociación con la Santa Sede, cuando realmente se trata de una guerra contra la iglesia.
«A nadie engañan, esto es parte de su guerra contra la Iglesia», indicó Jagger en su cuenta de la red social X.
La escritora nicaragüense y también desnacionalizada, Gioconda Belli, criticó la intolerancia del régimen Ortega-Murillo que ha puesto en marcha el destierro como política de Estado.
Belli dijo que esta medida es ilegal, porque vulnera los derechos constitucionales de los nicaragüenses.
El Subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Departamento de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols, expresó su alegría por la liberación de los 19 religiosos; no obstante, demandó la liberación de todos los presos políticos de Nicaragua.
«Continuamos llamando a la liberación de todos los injustamente detenidos y al restablecimiento de las libertades fundamentales del pueblo nicaragüense», dijo Nichols, a través de un mensaje en X.