Japón ha levantado la alerta de tsunami por el terremoto de más de 7 grados en la escala de Richter que sacudió ayer la mitad occidental del país, pero sigue buscando supervivientes entre los escombros al tiempo que se registran réplicas del seísmo. A primera hora de este martes se ha actualizado la cifra de fallecidos, que asciende a 48, aunque puede ir subiendo con el paso de las horas porque los equipos de emergencia trabajan en los edificios que se han derrumbado por el seísmo.
Las autoridades niponas mantienen la recomendación a la ciudadanía para que evite las zonas costeras y se resguarde en espacios seguros y en altura ante la previsión de que haya réplicas durante varios días. Algunas de las que se han producido en la mañana de este martes han superado los 5 grados en la escala de Richter.
La peor situación se da en la ciudad de Wajima, de unos 28.000 habitantes, en la que cerca de una treintena de edificios se vinieron abajo por el terremoto. 19 de los fallecidos han muerto en esta localidad, que además sufrió un incendio de grandes dimensiones poco después del temblor. Según los datos de la oficina estatal encargada de la información geoespacial, el terremoto ha llegado a desplazar la tierra en esta zona hasta un metro y medio hacia el oeste.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha actualizado esta mañana la imagen en la península de Noto, donde los equipos de rescate están teniendo complicaciones para acceder a algunos puntos afectados por los daños en las carreteras. No se puede transportar maquinaria pesada a todas las zonas afectadas, y Kishida ha confirmado que se está trabajando en el envío de suministros con barcos.
El gobierno japonés ha confirmado este martes que las centrales nucleares siguen funcionando sin daños. Eso sí, más de 46.000 personas han sido evacuadas, miles permanecen sin electricidad en sus hogares y en algunas localidades hay también cortes en el suministro de agua corriente. El transporte permanece también afectado durante este martes. Varias líneas de tren no pueden prestar servicio y se han cancelado varios vuelos que conectan ciudades del oeste de Japón con Tokio y Osaka.