Uno de cada seis niños (un total de 468 millones de niños) vivía en una zona de guerra en 2022, mientras que el número de violaciones graves cometidas contra los niños en contextos de conflicto aumentó un 13% hasta un total de 27.638, una media de 76 al día. Así se desprende del informe «Stop the war on children», publicado por Save the Children, según el cual el número de violaciones graves contra los niños (asesinatos y mutilaciones, secuestros, abusos y violencia sexual, reclutamiento y utilización en fuerzas y grupos armados, ataques contra escuelas y hospitales y denegación de acceso a la ayuda humanitaria) alcanzó en 2022 el nivel más alto desde 2005, año en que comenzaron a realizarse estudios de este tipo. Cifras que, por desgracia, representan sólo una pequeña parte del número total de casos, ya que algunos abusos no se denuncian, mientras que otros cometidos en 2022 aún se están verificando.
Más de 8.000 niños asesinados o mutilados
En concreto, 8.647 niños fueron asesinados o mutilados, frente a los 8.113 de 2021. El país con mayor número de casos de niños asesinados o mutilados, según el informe del secretario general de la ONU, fue Ucrania (1.386), mientras que ya en 2022, 1.134 niños fueron asesinados o mutilados en los Territorios palestinos ocupados, especialmente en la Franja de Gaza, una cifra que se disparará en 2023. La segunda violación más grave en cuanto al número de casos registrados fue el reclutamiento y la utilización de menores en conflictos: en 2022 se produjeron 7.610 incidentes, un 20% más que en 2021.
Nuevo portal
En el nuevo portal, lanzado hoy por Save the Children, es posible mapear estas violaciones tanto por ubicación, tipo y fecha, con el objetivo de poner por primera vez a disposición del público datos combinados que muestren una instantánea completa de las tendencias detectadas. También en 2022, unos 468 millones de niñas y niños -uno de cada seis- vivían en zonas de conflicto (un aumento del 2,8% respecto al año anterior). El continente africano es la zona con el mayor número absoluto de menores en contextos de conflicto, mientras que Oriente Medio, incluso antes del actual conflicto en Gaza, registró la mayor proporción, uno de cada tres niños.
La República Democrática del Congo, el peor país para un menor
En general, según el análisis elaborado por Save the Children en base a diversos indicadores, es la República Democrática del Congo el peor país para que viva un niño en 2022 debido a la guerra, seguida de Mali y Myanmar. A ellos se unen, por orden alfabético, otros países en las diez primeras posiciones, como: Afganistán, Burkina Faso, Nigeria, Somalia, Siria, Ucrania y Yemen. Los niños también siguen siendo objeto de ataques en lugares donde deberían sentirse más seguros. De hecho, el número de ataques contra escuelas y hospitales aumentó un 74% en un año, pasando de 1.323 en 2021 a 2.308 en 2022. Estas trágicas cifras, señala la organización, aumentarán en 2023 debido a los continuos bombardeos en Gaza y al conflicto en Sudán, que ha provocado la mayor crisis de niños desplazados del mundo.
Cifras en aumento
«Son tiempos terribles para ser un niño en guerra. Las leyes globales que se establecieron para proteger a los niños de la peor violencia que se podía cometer contra ellos se están desmoronando. Las tendencias actuales atestiguan que esto va en la dirección equivocada. Las violaciones contra los niños aumentan año tras año: en 2022 hubo una media de 76 violaciones contra niños al día, aunque, debido a la falta de denuncias, sabemos que probablemente esto sea solo la punta del iceberg», ha declarado Inger Ashing, Directora General de Save the Children International. Aunque las cifras se refieren a 2022, prevemos que 2023 no será mejor, es más, podríamos alcanzar nuevos y tristes récords». La crisis humanitaria en Sudán -la peor crisis de desplazamiento de niños del planeta- ha sido testigo de asesinatos, horribles actos de violencia sexual, torturas y mutilaciones de niños a niveles nunca vistos en mucho tiempo. Estamos siendo testigos de la difícil situación de los niños en Gaza, obligados a soportar el peso de un conflicto en el que más de un millón de vidas jóvenes están en peligro. Los hospitales se han convertido en campos de batalla y se ha interrumpido el suministro de alimentos y agua. Es necesario un alto el fuego definitivo ahora, inmediatamente, para poner fin a su sufrimiento».
Cifras alarmantes
Los niños consultados para el informe exigen que los responsables de la toma de decisiones garanticen la protección de todos sus coetáneos que viven su infancia en zonas de conflicto. Los niños quieren que se les proteja de las bombas, los misiles y las minas terrestres, de la violencia y los abusos. Quieren sentirse seguros, especialmente en sus casas y barrios, con sus familias y amigos. Y hacerlo no es fácil porque, como atestigua una declaración del Consejo de Niños Palestinos de Gaza, «cuando cae un cohete del cielo, no hay diferencia entre una piedra y un árbol, y entre un niño y un joven». «Las cifras de violaciones graves son extremadamente alarmantes. Sobre todo, porque estos casos probados son probablemente sólo la punta del iceberg. Todos los niños que crecen en contextos de guerra podrían estar en peligro. Nuestras estimaciones para 2022 indican que uno de cada seis niños vivirá a menos de 50 km de al menos un conflicto. La comunidad internacional debe ejercer todo su poder para presionar a las partes para que respeten el derecho internacional y protejan a los niños», comentó Gudrun Østby, profesora de investigación del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo, coautora del informe.